El diagnóstico:
Hacer un diagnóstico institucional consiste en recoger, organizar y analizar información que permita lograr una mejor comprensión de la situación que vive la institución en un momento dado. El diagnóstico puede hacerse sobre un tópico o aspecto preciso (de su situación financiera, por ejemplo) o sobre la entidad en su conjunto, de una manera global e integral.
El diagnóstico de la gestión escolar, al que aquí nos referimos, pertenece al tipo integral; aunque admitimos que la realidad de las instituciones es más que gestión, y por tanto el diagnóstico de la gestión escolar no puede tomarse necesariamente como un diagnóstico de toda la institución.
Para que un diagnóstico sea útil debe cumplir algunas condiciones mínimas: · debe haber un compromiso con su veracidad. De nada sirve una evaluación (especialmente un diagnóstico) en la que, consciente o inconscientemente, nos estamos ocultando la realidad de las cosas. · debe haber interés de parte de la comunidad educativa por conocer la situación de la institución. Un diagnóstico hecho simplemente por cumplir no sirve. · debe partir, igualmente, de ciertos compromisos en torno a lo que se busca: el diagnóstico no constituye un fin en sí mismo. El conocimiento de la realidad es un medio para algo que se quiere hacer: mejorar la institución, delinear un plan de mejoramiento a mediano plazo, reestructurar o simplemente cambiar la orientación global o algunos aspectos parciales de la entidad...
El instrumento:
Con esos supuestos, el instrumento de diagnóstico que aquí presentamos pretende servir para recoger y organizar la información institucional que lleve a los estamentos comprometidos a lograr un conocimiento más acertado de su realidad. Es sólo eso: un instrumento para facilitar el diagnóstico, no el diagnóstico mismo. Y, como todo proceso de diagnóstico, el instrumento supone también una buena dosis de veracidad, de interés y de compromiso, para que sea útil.
Para levantar y organizar la información sobre la gestión escolar, ésta se ha estructurado en cinco grandes componentes: · el componente de gobierno y dirección, que es el área estratégica de la entidad; · los componentes del clima escolar y de la gestión pedagógica, que componen el área operativa de la entidad; · los componentes de administración global y de talento humano, que constituyen el área de apoyo institucional.
Los cinco componentes no deben tomarse como cinco casillas del organigrama de la institución: más que todo, son funciones o tareas (estratégica, operativa, de apoyo) que todas las escuelas y colegios, independientemente de su tamaño, dotación y tipo, de hecho están cumpliendo en la organización y desarrollo de su tarea educativa, posiblemente algunas con más restricciones que otras.
Para facilitar su uso por parte de los diferentes actores de las instituciones educativas, el instrumento de diagnóstico se puede manejar por capítulos, correspondientes a cada componente de la gestión escolar y al resumen del diagnóstico.
Al principio de cada componente se indica su razón de ser y los aspectos más importantes en que se ha dividido, a fin de facilitar su análisis. En cada aspecto o subcomponente se agrupan los ítemes principales que es necesario tener en cuenta. Cada uno de estos ítemes se despliega en cuatro indicadores diferentes, cuyas descripciones están colocadas en cuatro columnas: A,B,C,D.
Además hay una quinta columna titulada evidencias, en la que la institución debe describir el tipo de evidencias que tiene para haberse ubicado en determinada columna.
Al finalizar cada aspecto de cada componente se encuentra un espacio para las observaciones que se consideren necesarias y otro en el cual se deberá plasmar una síntesis de las fortalezas y debilidades de cada aspecto de acuerdo con las respuestas dadas anteriormente.
Su diligenciamiento:
Sería bueno formar grupos de trabajo y no dejar el diligenciamiento en manos de una sola instancia (el consejo académico, por ejemplo) o de una sola persona (el rector, por ejemplo) que, pese a la buena voluntad, podría sesgar el resultado del diagnóstico. Una buena idea sería conformar grupos para cada componente, que discutan y analicen el estado de la situación de éste en sus diferentes aspectos. Es conveniente que, en la medida de lo posible, dentro de estos grupos estén presentes distintos actores de la institución, incluidas las diferentes sedes de la misma, para contribuir a una comprensión más integral de la realidad institucional, al permitir la confluencia de diversos puntos de vista con la participación de los más implicados y conocedores del tema en cuestión. En cada componente hay que trabajar aspecto por aspecto, ítem por ítem. Para cada ítem hay que identificar cuál de los cuatro indicadores o descripciones corresponde de manera más adecuada a la realidad presente de la institución. Cuando no se logren consensos se puede investigar más el asunto, profundizar en las evidencias y volver más tarde sobre el ítem examinado. Una vez identificado el descriptor más adecuado, se lo marca con una X en el círculo correspondiente.
Documento resumen:
Terminado el análisis de los cinco componentes de la gestión escolar, se deberá elaborar el documento resumen del diagnóstico, con base en las siguientes pautas: · Inicialmente se hace una presentación del diagnóstico mismo, la situación institucional en el momento de diligenciarlo e información importante que se juzgue puedan ayudar a su interpretación.
· En la primera parte del documento resumen se consigna la información general de la institución educativa: ubicación; sedes, niveles, estudiantes y profesores; y una breve historia de la misma · En la segunda parte se presentan los resultados de la institución en diferentes aspectos: pruebas saber y de Estado para el ingreso a la educación superior e indicadores de eficiencia interna. · Finalmente se elabora una síntesis del diagnóstico con sus respectivas conclusiones, de la siguiente manera:
En primer lugar se elabora el gráfico de líneas para todos los componentes: es decir, al terminar el análisis de los componentes, la información se traslada en forma de puntos o marcas a la tabla de síntesis correspondiente. Es una operación sencilla, ya que esa tabla tiene la misma estructura del análisis de los componentes, sólo que en lugar de los indicadores se han puesto casillas vacías para ubicar las marcas correspondientes. En cada componente dichas marcas deben ser unidas por líneas rectas.
El conjunto resultante será una línea quebrada por componente, que de un vistazo nos permitirá ubicar, para cada componente:
· las tendencias predominantes: hacia la izquierda –debilidades - o hacia la derecha – fortalezas. · los extremos: picos o aristas en las posiciones extremas (A o D).
En segundo término se hace el análisis componente por componente, siguiendo las pautas enumeradas en el instrumento: logros en los mismos, análisis de problemas y soluciones posibles.
El documento resumen puede emplearse para socializar los resultados del diagnóstico. Se recomienda a los asesores que acompañan a las instituciones elaborar dos copias de este documento, una para el equipo local de Corpoeducación y la otra para la institución.
Una observación importante: el presente instrumento fue diseñado inicialmente para las escuelas del sector oficial. Puede, sin embargo, aplicarse a las del sector privado, teniendo en cuenta algunas diferencias importantes entre los dos sectores, especialmente las que se refieren a la administración financiera y a la administración de talento humano.
I. E. Sebastián de Belalcázar
viernes, 15 de junio de 2007
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Institución Educativa Sebastián de Belalcázar
Medellín, Colombia
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